LA CIUDAD: TERRITORIOS DE VARIADAS NARRATIVAS.

(...) La ciudad involucra una densa red simbólica y de representaciones que construyen sus habitantes de los espacios de la ciudad y que están en permanente cambio y re-significación, en Silva la construcción de una mentalidad urbana. O como lo denomina Jesús Martín-Barbero, la producción de comunidades hermenéuticas, al referirse a los nuevos lenguajes y maneras de narrar las identidades urbanas.

La ciudad y la simbología se contienen mutuamente y han proporcionado impulsos suficientes para que las ciencias de lo simbólico aparezcan en escena como organización de un saber, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX. Según lo expone Silva, la semiótica, la antropología, la lingüística, o el psicoanálisis, se han interesado en comprender los niveles de elaboración cultural, según el uso y la interiorización que de una práctica hace el hombre, en cuanto a la construcción de la imagen de una ciudad.

Para Silva, hay pues, representaciones colectivas que nacen de las construcciones físicas del espacio o de un mundo cromático del color urbano o de símbolos vernaculares o de cambios en los puntos de vista o en los modos de vivir y contar la ciudad nocturna.

     Grafiti en un muro de Popayán

Fuente: La Autora

Los muros de las ciudades como páginas en blanco, se convierten en el mejor papel para transmitir ciertas ideas por lo general alternas a las hegemónicas. 
Los grafitis son expresiones urbanas, maneras como los ciudadanos nombran su ciudad, un “ejercicio ideológico”, que casi siempre manifiesta la inconformidad de las multitudes respecto a las instituciones del poder político, administrativo, eclesiástico y/o sobre el estado de cosas de la ciudad. Es un escenario de enfrentamiento de intereses antagónicos donde se manifiesta la compleja y conflictiva sociedad.

Fuente: La Autora

Por ejemplo, al recorrer las calles de Popayán encontramos una gran variedad de mensajes, símbolos y caricaturas en los muros de la ciudad, en especial en su zona céntrica. “Paredes blancas conciencias negras”, “Universidad pública”, “capitalismo asesino”, “armas no, libros sí”, “MB una vida de lucha”, “la anarquía es la solución”, “si la prensa es del gobierno, las paredes del pueblo” “en tiempos de crisis la solidaridad es un deber”, “la única iglesia que alumbra es la que arde”, entre otros. Encontramos imágenes y/o caricaturas con símbolos anarquistas, símbolos Nazis, símbolos en contra y a favor de los grupos armados incluyendo los legitimados por el Estado y contra la religión y la estructura social. 

Edificio Palacio de Justicia

Fuente: La Autora

Monumento a Belalcázar. El Morro de Tulcán

Fuente: La Autora

Graffiti Centro de Popayán

Fuente: La Autora

La ciudad no puede estudiarse por fuera de las formaciones simbólicas y discursivas que de ella se hacen. Las estructuras políticas, económicas, religiosas y sociales, poseen unos elementos simbólicos que dominan el espacio urbano y que están en contaste disputa, consciente o inconsciente, por las dinámicas específicas de los grupos que conforman el conjunto social.

Panorámica de Popayán desde el Morro de Belalcázar

Fuente: La Autora

Las Ciudades son modos de ser y pensar, espacios en los que se encuentran significados y sentidos, ideologías y simbolismos, fantasías y realidades, unas realidades socioculturales heterogéneas; la ciudad es comunicación e interacción, el lugar en el que hombres y mujeres realizan sus luchas diarias por la sobrevivencia. La Ciudad es un gran teatro en el que acontece diariamente la obra humana, todos con un papel diferente, todos con un rostro diferente. Las ciudades son olores, colores, sabores, sonidos, murmullos, tiempos y espacios que llevan a los transeúntes a estados de placer, regocijo, diversión o angustia, aburrimiento y monotonía. “La ciudad es el lugar de la vida política y cultural”.